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Emoción expresada en los Trastornos de la Conducta Alimentaria: un factor clave en la evolución del tratamiento

Hablar de Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) es hablar de una realidad compleja que va mucho más allá de la relación con la comida y del peso. Aunque a menudo se pone el foco en los síntomas visibles —como la restricción alimentaria, el vómito o la distorsión de la imagen corporal—, para comprender el TCA, es fundamental considerar no solo los factores individuales, sino también el entorno en el que la persona se desarrolla y se recupera.

En este sentido, el clima emocional del entorno más cercano, en concreto la familia, tiene un gran impacto en el desarrollo y mantenimiento de los TCA. Uno de los conceptos más relevantes para comprender esta influencia es el de la emoción expresada (EE).

En este artículo, vamos a abordar qué es la emoción expresada (EE), cómo influye en el bienestar emocional de quienes conviven con un TCA, y qué herramientas existen para transformar ese entorno en un espacio más comprensivo y seguro.

¿Qué es la emoción expresada?

A lo largo del siglo XX, se estudió que los factores orgánicos no bastaban para explicar el origen de la esquizofrenia, aunque sí desempeñaban un papel relevante. Se observó que algunos pacientes, tras completar su tratamiento, recaían al regresar a casa, lo que llevó a investigar el impacto del entorno familiar. Los hallazgos marcaron un cambio importante en la comprensión de los trastornos mentales, al evidenciar que las dinámicas familiares influyen significativamente en la evolución y el tratamiento. Actualmente, se reconoce que ciertos aspectos del ambiente familiar, como la emoción expresada, pueden predecir tanto la respuesta al tratamiento como la probabilidad de recaídas en diversas enfermedades mentales y físicas (Bohon et al., 2023).

La EE hace referencia a la manera en la que, en el entorno familiar, se expresan las emociones hacia el miembro de la familia que padece una enfermedad (Rienecke, R., 2018). No se trata de cuánto se comunican las emociones, sino del contenido y el tono con el que se transmiten.

En concreto, existen tres componentes principales:

Crítica: Comentarios negativos o juicios hacia aquello que realiza, piensa o dice la persona, que pueden desencadenar sentimientos de insuficiencia o culpa.

Hostilidad: Actitudes de rechazo o desprecio hacia la persona.

Sobreimplicación emocional: Implicación excesiva, donde el cuidado se transforma en control o en expresiones de ansiedad y sobreprotección.

Lo importante de estos estilos es que pueden afectar la manera en que la persona enfrenta el TCA, intensificando el malestar o dificultando el camino hacia la recuperación.

Este modelo no pretende señalar patologías familiares, sino observar la dinámica emocional presente en los hogares. Tal como se subraya en la literatura científica, su objetivo es “registrar la gama de sentimientos y emociones que se pueden encontrar en las familias ordinarias” (Rienecke, R., 2018).

La EE y su relación con los TCA

Muchas veces, las dificultades que se presentan en trastornos alimentarios no se explican únicamente por lo que ocurre a nivel individual. El entorno juega un papel fundamental, al ser el espacio cotidiano donde se experimentan las emociones más intensas. Además, la familia suele asumir un rol activo en la recuperación, especialmente en el control de la alimentación y del peso (Aarnio-Peterson, C., 2024). Esto, puede generar tensiones familiares y desencadenar interacciones emocionales negativas, especialmente cuando los progenitores tienen dificultades para manejar sus propias emociones.

Por ejemplo, las críticas constantes, pueden reforzar la autoexigencia y alimentar una imagen personal negativa. Asimismo, la sobreimplicación —aunque muchas veces puede nacer de la preocupación y un intento de ayudar puede llevar a que el paciente sienta una presión adicional.

Así pues, quienes crecen o conviven en ambientes con alta EE suelen presentar una mayor dificultad para regular sus propias emociones y, según algunos estudios, tienen menos probabilidades de lograr una respuesta temprana al tratamiento (Bohon, C., 2023).

Estrategias para disminuir la emoción expresada

La EE elevada puede trabajarse, ya que no es un “error” del entorno, sino una respuesta que puede ser modulada con el apoyo y las intervenciones adecuadas. Así, la familia se convierte en un factor protector del tratamiento y puede mejorar el pronóstico.

Hay diferentes estrategias que se pueden implementar para transformar un entorno marcado por la crítica, la hostilidad y la sobreimplicación en uno más favorable para la recuperación. A continuación, te presentamos algunas herramientas prácticas:

El primer paso es comprender que ciertas actitudes pueden resultar dañinas y trabajar para adoptar enfoques más asertivos y empáticos.

El segundo paso es disculparse en los momentos en los que se identifican dichas actitudes. Pedir perdón y rectificar es una forma de disminuir también la EE, restaurando la forma en la que se ha hecho sentir a la otra persona.

Otra herramienta para identificar y modificar patrones relacionales disfuncionales es la terapia familiar. Trabajar en conjunto permite que cada miembro exprese su perspectiva, reconozca su parte y aprenda a expresar sus emociones de forma equilibrada. También permite establecer límites claros y promover una comunicación asertiva.

Por otro lado, el trabajo individual de los cuidadores es importante, ya que muchas veces, una elevada EE emana de problemas personales o de situaciones no resueltas en el pasado. Recibir acompañamiento puede ayudar a procesar las propias emociones y a gestionar el estrés, permitiéndo ofrecer un soporte emocional más saludable.

La importancia de la EE

En el contexto de los TCA, es fundamental abordar conceptos como la distorsión de la imagen corporal, la restricción, el vómito y las conductas alimentarias alteradas. Estos síntomas suelen ser objeto de juicio por parte del entorno, en gran medida debido a la falta de comprensión. También, a menudo, la necesidad de contención y supervisión por parte de la familia, puede derivar en una forma de control excesivo, lo cual tiende a intensificar la sintomatología. Si se trabaja en transformar la crítica y la hostilidad en empatía y apoyo, el paciente puede encontrar en su entorno una red de seguridad que le ayude a enfrentar estas dificultades.

Tip práctico

Si conoces o convives con una persona que sufre un TCA, intenta practicar diariamente un comentario positivo y uno empático. No tienen que ser grandes afirmaciones, basta con reconocer un esfuerzo (“me he dado cuenta de que te has esforzado hoy”) o mostrar presencia emocional (“sé que hoy no ha sido fácil, estoy aquí para acompañarte”). Estas pequeñas acciones contribuyen a construir un entorno más cálido, fortalecen una relación basada en la confianza y el respeto y favorecen el proceso de recuperación.

Conclusión

La emoción expresada es una pieza fundamental en los trastornos de la conducta alimentaria. Entender cómo la crítica, la hostilidad y la sobreimplicación afectan la salud emocional es el primer paso para cambiar dinámicas familiares y promover un entorno de apoyo y validación.

Transformar una alta emoción expresada es posible. Con el acompañamiento adecuado y estrategias claras, se puede convertir un ambiente emocionalmente cargado en un espacio donde el paciente se sienta seguro y comprendido, facilitando su camino hacia la recuperación.

Bibliografía
Aarnio-Peterson, C. M., Le Grange, D., Mara, C. A., Modi, A. C., Offenbacker North, E., Zegarac, M., Stevens, K., Matthews, A., Mitan, L., & Shaffer, A. (2024). Emotion coaching skills as an augmentation to family-based therapy for adolescents with anorexia nervosa: A pilot effectiveness study with families with high expressed emotion. International Journal of Eating Disorders, 57(3), 682–694. https://doi.org/10.1002/eat.24149 Bohon, C., Flanagan, K., Welch, H., Rienecke, R. D., Le Grange, D., & Lock, J. (2023). Expressed emotion and early treatment response in family-based treatment for adolescent anorexia nervosa. Eating Disorders, 32(2), 153–168. https://doi.org/10.1080/10640266.2023.2277054 Rienecke, R.(2018). Expressed Emotion and Eating Disorders: An Updated Review. Current Psychiatry Reviews, 14, 84-98..